“El Azul de la Virgen” es el primer libro de Tracy Chevalier, autora de “La Joven de la Perla”. En éste, la imagen de la Virgen y una antigua construcción sirven de enlace a las historias de dos mujeres intentando sobrevivir en un ambiente hostil.
Isabelle du Moulin, una joven con una llamativa cabellera roja que despierta las sospechas de una pequeña población hugonote, tiene que ocultar su admiración por la reluciente figura de la Virgen y su manto color azul intenso. La situación se complica con la persecución de los hugonotes en la Francia del siglo XVI, durante la cual Isabelle hace lo posible por conservarse a si misma y proteger a sus seres más preciados.
Por otra parte, Ella Turner, una joven partera, deja su cómoda vida en Estados Unidos cuando su esposo es transferido a un nuevo empleo en Francia. Su intenso deseo de ser aceptada en una pequeña y tradicional comunidad no hace sino aislarla y provocarle un profunda soledad que incluso su esposo no puede remediar. Al confrontarse con un cambio tan radical en su vida, Ella se aferra a una serie de inusuales sueños y decide investigar su pasado, encontrando poco a poco la relación entre ella e Isabelle.
El estilo narrativo de este libro es bastante interesante. Dedicando un capítulo o sección a parte de la historia de cada mujer, Chevalier va entretejiendo con sutileza sus vidas, hasta llegar a una conclusión escalofriante. El misterio que esconde el pasado de Isabelle es impactante, sin embargo, lo que más se disfruta de este libro es el intenso desarrollo de los dos personajes. Especialmente con Ella, su absoluto aislamiento y desesperación por formar parte de algo son tan dolorosos como las manifestaciones físicas de su malestar. Y este deseo de pertenencia es algo tan natural en todos nosotros, que aún en casa podemos encontrarnos en un ambiente extraño. Porque la soledad no es el no estar acompañado de otras personas, sino el no saber quiénes somos y de qué formamos parte.